Marco legal sobre libertad religiosa y su aplicación efectiva
Austria protege la libertad religiosa mediante un sólido marco jurídico que comprende disposiciones constitucionales, leyes, tratados y convenios internacionales. La Ley Constitucional Federal de 1920 y la Ley Fundamental del Estado sobre los Derechos Generales de los Ciudadanos (restablecida en 1945 y revisada en 2019) protegen explícitamente los derechos del individuo a la libertad de creencias y afiliación religiosa y prohíben la discriminación religiosa[1]. Esta protección abarca la libertad de afiliarse, abandonar o abstenerse de afiliarse a cualquier Iglesia o comunidad religiosa. Además, se garantiza a todos los individuos el derecho a practicar la propia religión, individual o colectivamente, mediante el culto, la enseñanza, la oración y la observancia de las costumbres religiosas[2].
La Ley Fundamental del Estado sobre los Derechos Generales de los Ciudadanos establece que todos los ciudadanos son iguales ante la ley (artículo 2) y la Ley Constitucional Federal prohíbe explícitamente los privilegios basados en el nacimiento, el sexo, el patrimonio, la clase social o la religión (artículo 7)[3]. Los artículos 13 y 14 de la Ley Fundamental del Estado también protegen la libertad de expresión, de creencia y de conciencia[4]. Además, la legislación austriaca permite realizar un servicio alternativo a los objetores de conciencia al servicio militar[5].
El Código Penal austriaco tipifica como delito la perturbación de los servicios religiosos (artículo 189)[6]. Los artículos 126 y 128 imponen penas más severas por los daños causados a los lugares de culto o a los objetos sagrados, o por el robo de estos. Además, el artículo 188, a menudo denominado «ley contra la blasfemia» de Austria, establece que menospreciar o burlarse públicamente de una persona u objeto de veneración de una Iglesia nacional o de una sociedad religiosa, o de sus doctrinas y prácticas, puede dar lugar a sanciones penales[7].
El Código Penal incluye también como delito la incitación pública a la violencia o al odio contra grupos (artículo 283). Asimismo, penaliza los insultos públicos o los comentarios despectivos destinados a menoscabar la dignidad humana de estos grupos[8]. En enero de 2021 entró en vigor la Ley de Lucha contra el Odio en Internet[9], que obliga a las plataformas en línea a cumplir determinadas medidas, como eliminar los contenidos ilegales, incluidos los discursos de odio, en un plazo dado. Sin embargo, en noviembre de 2023, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) falló a favor de las empresas tecnológicas que impugnaron la ley. El Tribunal consideró que la ley entraba en conflicto con la normativa de la UE, que establece que los proveedores de servicios en línea solo están sujetos a las leyes del país en el que están establecidos. En este caso, se trataba de Irlanda, donde las empresas tecnológicas tienen su sede europea[10].
Austria es una nación laica con un sistema jurídico que mantiene la neutralidad religiosa[11]. Por razones históricas, mantiene una relación especial con la Iglesia católica romana, formalizada mediante el concordato con la Santa Sede de 1933, que aborda diversos aspectos de dicha relación, entre ellos cuestiones educativas y económicas[12].
La legislación austriaca clasifica los grupos religiosos en tres categorías: Iglesias y comunidades religiosas legalmente reconocidas, comunidades religiosas confesionales y asociaciones[13].
Las Iglesias y comunidades religiosas legalmente reconocidas tienen derecho a celebrar actos públicos de culto, al autogobierno y a fundar colegios que puedan optar a financiación estatal. También pueden ofrecer formación religiosa tanto en escuelas públicas como privadas. El reconocimiento legal confiere a las Iglesias o comunidades religiosas la condición de persona jurídica de derecho privado[14].
Para que un grupo reciba el reconocimiento como comunidad religiosa, tiene que haber sido reconocido antes de 1998 o cumplir una serie de estrictos criterios, como contar con un número de miembros igual o superior al 0,2 % de la población y tener una antigüedad de 20 años, con al menos 10 años como grupo organizado y cinco como comunidad confesional[15]. Los grupos que no cumplen estos criterios pueden solicitar el reconocimiento como comunidad confesional, lo que les confiere una situación jurídica sin beneficios económicos, de inmigración ni educativos. Para ello, deben tener un mínimo de 300 miembros residentes en Austria y presentar sus estatutos y una descripción de sus doctrinas religiosas. La Oficina de Asuntos Religiosos, dependiente de la Cancillería Federal, determina si pueden considerarse comunidad confesional o no[16].
El Gobierno federal subvenciona la enseñanza religiosa en la escuela para los miembros de las Iglesias y comunidades religiosas legalmente reconocidas. La asistencia es obligatoria, salvo que se renuncie oficialmente a ella (con el consentimiento de los padres en el caso de los menores de 14 años). Se proporcionan clases de ética a los alumnos que no asisten a la enseñanza religiosa. Además, tanto las escuelas públicas como las privadas dan obligatoriamente formación transversal sobre tolerancia, y en concreto sobre tolerancia religiosa, incluidas las clases de Alemán y de Historia[17].
La legislación austriaca prohíbe llevar en público tocados que cubran el rostro por completo, salvo por motivos culturales, sanitarios o profesionales. El objetivo de la ley es fomentar la integración y la convivencia pacífica. El incumplimiento de la ley conlleva multas de 150 €. Se permite llevar prendas religiosas en las fotografías de los documentos de identidad siempre que permitan ver el rostro[18]. En 2022, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea determinó que las empresas privadas pueden prohibir la vestimenta y los símbolos religiosos si dicha política se aplica de manera neutral a todos los empleados[19].
En 2021, Austria promulgó modificaciones a su Ley sobre el islam, elaborando un «mapa del islam» y creando un Observatorio del Islam Político como parte de las medidas antiterroristas tras el atentado de noviembre de 2020[20]. El mapa del islam tiene por objeto garantizar la transparencia de las instituciones islámicas de Austria, pero ha levantado críticas en algunos grupos musulmanes, que han manifestado su preocupación por que pueda ser utilizado indebidamente por extremistas para atacar lugares de culto[21]. La ley también exige el registro de todos los imanes del país y prohíbe los símbolos asociados a organizaciones extremistas. Estas medidas tienen por objeto reforzar la seguridad y la integración, pero han suscitado debates acerca de las repercusiones que puedan tener sobre la libertad religiosa, así como sobre la comunidad musulmana de Austria[22].
En octubre de 2023, el Gobierno federal de Austria, en respuesta al aumento de los ataques contra las minorías religiosas en todo el mundo, creó la Oficina del Defensor del Pueblo para la Protección de las Minorías Religiosas Perseguidas, dependiente de la Oficina de Asuntos Religiosos de la Cancillería Federal. En mayo de 2024, esta oficina se reestructuró y se convirtió en un organismo independiente denominado Departamento para la Protección Internacional de las Minorías Religiosas Perseguidas. El Departamento, que ahora depende de la Dirección II de la Cancillería Federal, se encarga de promover la libertad de religión o de creencias en todo el mundo y de defender los derechos de las minorías religiosas perseguidas a nivel internacional[23].
Aunque durante mucho tiempo se ha considerado que Austria es una nación católica, la proporción de católicos practicantes en la población se ha reducido a solo un 3 %. Mientras tanto, la proporción de musulmanes en la población ha crecido rápidamente hasta superar el 8 %.
Incidentes y acontecimientos
En 2023, la policía austriaca registró 700 delitos de odio contra personas por motivos religiosos. De estos casos, 263 fueron delitos antisemitas, 229 contra musulmanes, 150 contra cristianos y 58 contra miembros de otras religiones[24]. El informe destaca que en 2023 la categoría de «delitos de odio por motivos religiosos» ocupó el tercer puesto, por detrás de los delitos motivados por prejuicios relacionados con la «cosmovisión» y con el «origen nacional o étnico»[25].
La base de datos sobre delitos de odio de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) de 2023 también incluye los casos de delitos de odio denunciados por la sociedad civil, que se elevó a 42 delitos motivados por el odio contra los musulmanes: 19 agresiones violentas a personas, 19 delitos contra la propiedad y cuatro de amenazas. Se registraron 39 delitos de odio antisemita, que consistieron en 19 agresiones violentas a personas, 17 delitos contra la propiedad y tres de amenazas. La cifra total de delitos de odio anticristiano fue de 22: 13 ataques contra la propiedad, siete de amenazas y dos delitos violentos[26].
El Centro de Denuncia del Antisemitismo de la Comunidad Judía de Viena documentó 1147 incidentes antisemitas en 2023, lo que supone un aumento del 59,5 % con respecto a 2022 (719 incidentes). La cifra también supera los 965 incidentes registrados en 2021, lo que convierte a 2023 en un año que ha hecho historia por su agresividad en cuanto al número de incidentes antisemitas. El aumento se atribuye en gran medida a las repercusiones del ataque terrorista de Hamás contra Israel el día 7 de octubre de 2023. Antes de este suceso, la media diaria de casos denunciados era de 1,55. Sin embargo, el ataque provocó que este índice se quintuplicara, y entre el 7 de octubre y el 31 de diciembre de 2023 se registraron 8,31 incidentes al día[27].
La tendencia continuó en 2024, con 808 incidentes antisemitas registrados por el referido Centro de Denuncia en la primera mitad del año. La naturaleza de estos incidentes abarcó desde agresiones físicas hasta amenazas, vandalismo y discursos de odio[28]. Las agresiones físicas aumentaron de 6 a principios de 2023 a 16 a principios de 2024. Las amenazas aumentaron de 4 a 22 durante este mismo período. La mayor parte de estos incidentes se atribuyeron a sentimientos antiisraelíes, seguidos de la negación o relativización del Holocausto[29].
El Centro de Denuncia del Antisemitismo advierte que el número real de incidentes probablemente sea mayor debido a los hechos que no se denuncian. Muchas víctimas dudan en dar un paso al frente debido, en parte, al clima de miedo que se vive desde el 7 de octubre de 2023 y a la forma en que algunos agitadores lo han celebrado públicamente. En Viena, varias personas bailaron encima y alrededor del monumento a las víctimas del tribunal militar nazi en Ballhausplatz. Después, una caravana de coches adornados con banderas palestinas recorrió tocando el claxon el distrito 2 de Viena, zona conocida por su gran población judía, hecho que se percibió como un acto deliberado de intimidación. Estos incidentes han fomentado el miedo entre los residentes judíos y su reticencia a defenderse[30].
En respuesta a estos acontecimientos, el Gobierno ha puesto en marcha nuevas medidas, entre ellas la Estrategia Nacional contra el Antisemitismo, que recoge 38 puntos de acción en los ámbitos de la educación, la seguridad y la sociedad civil. En marzo de 2024, el Gobierno austriaco presentó un Paquete de Medidas contra el Antisemitismo en Línea, con el objetivo de frenar el discurso de odio en Internet y reforzar la cooperación con las plataformas en línea[31]. Las autoridades austriacas también han condenado públicamente los incidentes antisemitas, siendo ejemplo de ello la denuncia del canciller Karl Nehammer de los actos de vandalismo y el incendio provocado en el cementerio judío de Viena en noviembre de 2023[32].
En su informe anual de 2023, el Observatorio del Islam Político destacó un preocupante aumento del antisemitismo musulmán, especialmente tras los acontecimientos del 7 de octubre de 2023[33].
Durante el período estudiado en este informe, el Observatorio de la Intolerancia y la Discriminación contra los Cristianos en Europa (OIDAC Europa) denunció 31 incidentes anticristianos en Austria, entre los que se incluyen agresiones físicas, robos, incendios provocados y actos de vandalismo contra iglesias y símbolos cristianos públicos[34].
Un misionero cristiano, Lahzy Hefzalla Girgis, denunció que recibía amenazas de muerte con regularidad y que le habían agredido físicamente por difundir el mensaje de que «Jesús es Dios» en el tenderete de libros cristianos con el que había ido recorriendo diferentes barrios de Viena. El 5 de mayo de 2023, una turba rodeó su puesto y le atacó, robándole unas biblias[35]. El 28 de febrero de 2024, dos hombres le rociaron los ojos con espray pimienta y tuvo que ser atendido en el hospital[36].
El 16 de julio de 2023, fueron juzgados dos adolescentes de Leoben, acusados de asociación terrorista y participación en organización criminal. Desde principios de 2022 estaban planeando un atentado contra la escuela MS Bruck. Durante el interrogatorio, los sospechosos admitieron su intención de «disparar a todos los cristianos de la clase», añadiendo que «matar cristianos nos llevará al paraíso»[37].
En diciembre de 2023, la abadía de Heiligenkreuz recibió una llamada telefónica en que la persona que llamaba decía: «Conviértanse al islam o les bombardearé»[38].
Durante el período estudiado en este informe también se cometieron actos vandálicos contra lugares de culto cristianos. En julio de 2023, unos vándalos decapitaron las estatuas de Jesús y María de un jardín de oración de un distrito de Viena[39].
En julio de 2024, un hombre estrelló un camión contra un edificio perteneciente a la Iglesia pentecostal Elim en Brunn am Gebirge[40]. Se descubrió que padecía un trastorno de personalidad, a pesar de lo cual fue condenado a seis años de prisión[41].
En 2023, el Centro de Documentación y Asesoramiento sobre Islamofobia y Racismo Antimusulmán de Austria registró 1522 casos de agresiones racistas contra musulmanes y personas percibidas como tales. Se trata del mayor número de incidentes desde que se iniciaron los registros en 2015. Se observó un aumento significativo tras el ataque de Hamás contra Israel del 7 de octubre de 2023[42].
Según dicho informe, se produjo un aumento drástico de los casos denunciados en las escuelas, especialmente durante el mes de mayo de 2023, coincidiendo con un estudio realizado en el sector educativo en el que participaron numerosos estudiantes musulmanes[43]. Además, el informe señalaba que las niñas y las mujeres eran objeto de discriminación de forma desproporcionada, teniendo en cuenta que los casos se referían a la discriminación contra personas que llevaban velo, práctica predominante entre las mujeres musulmanas[44].
Cabe destacar que dos tercios de los casos documentados se produjeron en Internet, mientras que un tercio tuvo lugar fuera de Internet. La mayoría (87,8 %) de los casos de Internet consistieron en discursos de odio, en los que se humillaba a los musulmanes y se les comparaba con animales[45].
Entre los casos citados en el informe, figura el de una mujer musulmana a la que se le negó la entrada a una piscina por llevar un traje de baño que cubría todo el cuerpo («burkini»), que la instalación consideró inapropiado. En otra ocasión, dispararon contra dos personas con un rifle de aire comprimido: una mujer de 46 años que llevaba pañuelo en la cabeza y un hombre de 26 años[46].
En septiembre de 2023, un desconocido dejó una cabeza de cerdo en la entrada de una mezquita de Graz. La mezquita está afiliada a la Asociación Cultural y Social Turco-Islámica (ATIB). La ATIB, el embajador turco y la Comunidad Religiosa Islámica de Austria condenaron el ataque[47].
En febrero de 2023, la ATIB apareció en un informe del Fondo Austriaco para la Integración (Österreichischer Integrationsfonds), agencia creada conjuntamente por el Gobierno austriaco y ACNUR para ayudar a la integración de los inmigrantes en la sociedad austriaca. El autor principal del informe, Heiko Heinisch, describía a la ATIB como «uno de los tres principales actores del islamismo internacional» en Austria que «trabajan activamente contra la integración de los musulmanes en la sociedad». El informe manifiesta una preocupación especial por la mezquita Al-Hidaya de Viena, controlada por la Comunidad Religiosa Islámica de Austria, que, según afirma, «rechaza, por principio, a Austria y a la sociedad austriaca, sus valores, sus leyes y su Constitución»[48].
En mayo de 2023, el ministro de Educación de Austria, Martin Polaschek, y el rector de la Universidad de Viena, Sebastian Schütze, se distanciaron públicamente de una controvertida encuesta realizada por el Instituto de Estudios Islámicos de dicha universidad. Entre las cuestiones dirigidas a alumnos musulmanes en la encuesta, se les preguntaba, por ejemplo, si estaban de acuerdo con afirmaciones tales como: «Es repugnante que los homosexuales se besen», o: «Cuando las mujeres llevan minifalda o ropa provocativa en público, están mostrando su disponibilidad sexual». Los críticos, entre ellos la Comunidad Religiosa Islámica en Austria (IGGÖ), condenaron la encuesta por ser parcial e inadecuada para los niños, sobre todo por incluir preguntas sobre cuestiones sociales y culturales delicadas[49].
Durante la campaña para las elecciones federales de Austria de 2024, el Partido de la Libertad (FPÖ), de extrema derecha, fue objeto de críticas por su discurso en contra de la inmigración, en concreto por proponer políticas de «remigración» dirigidas a personas de origen migrante[50]. El secretario general de la Conferencia Episcopal Austriaca, el padre Peter Schipka, criticó al FPÖ por utilizar la frase bíblica «Hágase tu voluntad» en sus vallas publicitarias, acción que consideró una falta de respeto.
Durante el período estudiado en este informe, islamistas extremistas siguieron atacando no solo a las comunidades religiosas, sino también a la sociedad austriaca en general. En una redada realizada el 7 de agosto de 2024, las fuerzas especiales confiscaron 21 000 euros en moneda falsa, armas blancas de gran tamaño y material para fabricar bombas. Posteriormente se detuvo a un joven de origen balcánico y a otro turco. Uno de ellos había jurado lealtad al Daesh (ISIS) y el otro asistía a la mezquita islamista Tawhid de Viena. Planeaban un atentado a gran escala en un concierto de Taylor Swift en Viena y, aunque se habían vendido unas 200 000 entradas, los organizadores cancelaron el acto porque la policía descubrió que había infiltrados en el equipo de personal del recinto[51].
En febrero de 2025, un sirio, también afiliado al Daesh, apuñaló a varios transeúntes en la ciudad de Villach, al sur de Austria, lo que provocó la muerte de un niño de 14 años y dejó otros cinco heridos; ese mismo mes, la policía detuvo a un adolescente de origen turco que planeaba un atentado en una estación de tren de Viena[52].
Futuro de la libertad religiosa
Austria sigue respetando la libertad religiosa y ha conservado un marco jurídico amplio para garantizar este derecho humano. Las garantías jurídicas del país, entre ellas la Ley Constitucional Federal y determinadas disposiciones del Código Penal austriaco, contribuyen a mantener un entorno neutral y seguro para la expresión religiosa.
Sin embargo, a pesar de estas garantías jurídicas, los casos recientes de delitos de odio y la discriminación contra grupos religiosos, especialmente judíos, musulmanes y cristianos, ponen de relieve las amenazas que persisten.
El aumento de los incidentes antisemitas y antimusulmanes tras los atentados de octubre de 2023 ha exacerbado las tensiones y creado un clima de miedo, especialmente en las comunidades afectadas. Aunque el Gobierno federal ha puesto en marcha diversas iniciativas, entre ellas la Estrategia Nacional contra el Antisemitismo y medidas contra la incitación al odio en Internet, el hecho de que se sigan realizando actos discriminatorios, tanto en línea como fuera de ella, indica que es necesario adoptar nuevas medidas.
Los esfuerzos de Austria por fomentar la tolerancia religiosa a través de la educación y la legislación son fundamentales, pero estas medidas deben reforzarse de manera sistemática para combatir la intolerancia y garantizar la libertad religiosa para todos. A pesar de las crecientes tensiones sociales, las autoridades federales han aplicado medidas concretas y han creado órganos de investigación para ofrecer una mejor protección a los grupos religiosos, lo que constituye una tendencia positiva para el país.
Fuentes