Marco legal sobre libertad religiosa y su aplicación efectiva
Baréin es un reino situado en el Golfo Pérsico gobernado por la dinastía suní Al Jalifa. Su Constitución de 2002 proclama que la religión del Estado es el islam y que la ley islámica, la sharía, «es la fuente principal de la legislación»[1] (artículo 2). Asimismo, declara que «el Estado salvaguarda el legado árabe e islámico» (artículo 6). Se garantiza el derecho a expresar y publicar opiniones, siempre que no atenten contra «las creencias fundamentales de la doctrina islámica» (artículo 23). Según el artículo 18, «no habrá discriminación [entre los ciudadanos] por motivos de sexo, origen, idioma, religión o credo». Se defiende la libertad de conciencia y el Estado «garantiza la inviolabilidad del culto y la libertad de practicar ritos religiosos y celebrar procesiones y reuniones religiosas de acuerdo con las costumbres que se observan en el país» (artículo 22).
La conversión desde el islam a otra religión no está explícitamente prohibida por la ley, pero las consecuencias sociales y legales de hacerlo son terribles. Los conversos del islam pierden sus derechos de sucesión y son expulsados de sus familias. A cualquier persona nacida musulmana, incluidos los conversos al cristianismo, se le imponen los ritos matrimoniales islámicos, sus hijos se registran como musulmanes y se les entierra siguiendo los ritos funerarios islámicos[2].
El Código Penal de Baréin castiga la falta de respeto hacia las religiones reconocidas[3]. Se imponen multas y penas de prisión «a toda persona que cometa una ofensa, por cualquier medio de expresión, contra una de las religiones [o] ramas reconocidas, o ridiculice sus ritos» (artículo 309). Se reserva la misma sanción a «cualquier persona que exprese en público un insulto contra un símbolo o una persona glorificada o considerada sagrada para los miembros de un grupo religioso concreto» (artículo 310). También se castiga con multa o prisión a «cualquier persona que perturbe deliberadamente el ritual religioso de un grupo reconocido, que interrumpa la celebración de una ceremonia o un encuentro religioso o [...] que destruya, dañe o profane un lugar de culto de un grupo reconocido, o un símbolo o cualquier objeto sujeto a inviolabilidad religiosa» (artículo 311).
Aunque Baréin es el único país del Golfo en el que la Ashura (el décimo día del mes de muharram) es festivo oficial, hasta 2019 no se permitió a los chiíes celebrarla públicamente. Las autoridades siguen intentando impedir los rituales de duelo de Ashura, aunque ya no recurren a la policía antidisturbios ni al gas lacrimógeno[4].
Los grupos religiosos no musulmanes están obligados a registrarse en el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Social para trabajar en el país. En total, hay unos 20 grupos religiosos no musulmanes registrados, entre ellos algunas iglesias cristianas y un templo hindú[5].
La mayor parte de los cristianos de Baréin descienden de inmigrantes que llegaron durante el siglo XIX o como personal diplomático y trabajadores extranjeros entre los años 1930 y 1960[6] y a los que finalmente se les concedió la nacionalidad bareiní; en su mayoría eran árabes cristianos originarios de Oriente Medio, aunque también hay unos pocos que proceden de la India[7]. Hoy en día, la mayoría de los cristianos de Baréin (que representan alrededor del 15 % de la población) proceden del extranjero, principalmente de Irak, Turquía, Siria, Líbano, Egipto, Palestina y Jordania, pero también de Sri Lanka, India, Filipinas y países occidentales[8]. En 2023 había 16 Iglesias registradas[9].
Los católicos de Baréin dependen del Vicariato Apostólico de Arabia del Norte creado en 2011, que anteriormente formaba parte del Vicariato de Arabia (1889-1953), y que posteriormente fue Prefectura Apostólica y después Vicariato de Kuwait[10].
Hay una pequeña comunidad judía de unas 50 personas[11], en su mayoría descendientes de familias procedentes de Irak, Irán y la India que se establecieron en el reino insular a principios de la década de 1900[12]. Tienen su propia sinagoga y cementerio[13] y disfrutan de un elevado nivel social, político y económico. La comunidad judía tiene un representante en la Shura o Consejo Consultivo, compuesto por 40 miembros, la cámara alta designada de la Asamblea Nacional bicameral de Baréin. La comunidad se ha ampliado recientemente a raíz de los Acuerdos de Abraham, firmados por Baréin en 2020, con los que se iniciaron las relaciones bilaterales con Israel[14].
Incidentes y acontecimientos
Islam
Durante el período estudiado en este informe, han seguido deteriorándose las relaciones entre la comunidad chií y las autoridades de Baréin, y los chiíes han sufrido restricciones y medidas represivas.
En febrero de 2023, el clérigo chií más destacado de Baréin, el jeque Isa Qasim, criticó a algunos Estados árabes por la normalización de las relaciones diplomáticas con Israel, afirmando que este proceso supone una grave amenaza para la seguridad, los recursos y los valores sagrados del mundo musulmán. Según la prensa, el jeque acusó al Gobierno de intentar «judaizar» Baréin[15]. Anteriormente, el jeque chií Muhammad Sanqur, predicador de los viernes en la mezquita Imam al-Sadiq de Diraz, había pedido al Gobierno que prohibiera la venta de cualquier inmueble a judíos[16].
En marzo de 2023, la administración de la prisión de Jau, en Baréin, donde se encuentran recluidos sobre todo disidentes chiíes, privó a los clérigos chiíes Muhamad Habib al-Muqdad y Mirza al-Mahrus de su derecho a recibir tratamiento médico a pesar del deterioro de su salud[17]. Además, se difundieron noticias según las cuales se había denegado una atención médica adecuada al activista y musulmán chií encarcelado Abdulhadi al-Jawaya cuando sufrió una arritmia cardíaca. Al-Jawaya está condenado a cadena perpetua[18]. En agosto de 2023, Al-Jawaya participó en una huelga de hambre seguida por más de 800 presos para protestar por las condiciones de vida en la prisión de Jau. Entre sus reivindicaciones estaba el derecho a rezar en comunidad en la mezquita de la prisión[19]. En septiembre de 2023, tras una reunión con las autoridades, suspendieron la huelga[20].
En marzo de 2023, un tribunal condenó a tres miembros de la sociedad chií Al-Taydid a un año de prisión y al pago de una multa por blasfemia, acusados de burlarse de las creencias islámicas. El grupo aboga por un debate abierto sobre las creencias islámicas y la práctica jurídica. Un mes antes, la Fiscalía había presentado cargos penales contra los miembros de Al-Taydid, alegando que los comentarios de uno de los acusados en YouTube sobre varios versículos del Corán contradecían «las decisiones autorizadas sobre el poder de Alá» e «insultaban a un símbolo y una figura venerada en una comunidad religiosa específica»[21]. En diciembre de 2023, el rey indultó a los tres[22].
En abril de 2023, las autoridades condenaron al recitador de elegías chií Abdulamir Al-Biladi a 22 días de prisión a la espera de que se investigara su participación en un cortejo fúnebre en Manama. Había leído un poema en el que expresaba su solidaridad con Palestina[23]. El Foro de Baréin para los Derechos Humanos declaró que la condena de Al-Biladi constituye una violación típica de la libertad religiosa. El recitador fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Baréin a su llegada del Sultanato de Omán[24].
En mayo de 2023, las autoridades pusieron en libertad al conocido erudito chií bareiní Muhammad Sanqur días después de haber sido detenido por pedir la liberación de presos políticos[25].
Según las noticias, en julio de 2023, las autoridades de Baréin atacaron los rituales de duelo de Ashura, imponiendo restricciones a los ciudadanos que participaban en ellos en varias zonas del país. Miembros de las fuerzas armadas vestidos de civil retiraron banderas de luto y pancartas negras en varias ciudades y pueblos. Según dichas noticias, las autoridades pusieron en libertad a los jóvenes detenidos en A'ali una vez que entregaron las banderas de luto y las pancartas negras de Ashura, así como el equipo utilizado para instalarlas[26].
En agosto de 2023, fue puesto en libertad el jeque Mahmud Al-A‘ali, citado para interrogarle por haber pronunciado un discurso ante miles de personas que coreaban consignas contra Israel y en apoyo del ayatolá Isa Qasim, el principal clérigo chií de Baréin, además de consignas relacionadas con la festividad de la Ashura[27].
En septiembre de 2023, detuvieron a una popular influencer bareiní con más de un millón de seguidores, acusada de blasfemia porque supuestamente había publicado en su cuenta de redes sociales un vídeo que «constituye una transgresión» al faltar al respeto a una persona «venerada por los miembros de una religión específica», según informó la Fiscalía en un comunicado[28].
En un incidente no relacionado con los chiíes, en octubre de 2023, Sunil Rao, médico indio, fue detenido y despedido del hospital donde trabajaba tras ser acusado de publicar en las redes sociales un comentario contra Hamás[29].
En abril de 2024, Gulf Air, la aerolínea nacional del Reino de Baréin, anunció la reanudación de los vuelos entre el Reino de Baréin y la República de Irak. En 2023, los miembros chiíes del Parlamento ya habían solicitado la reanudación de los vuelos al santuario chií de Nayaf, en Irak. Los vuelos entre Baréin e Irak se habían suspendido en 2020 a raíz de la pandemia de COVID-19[30].
En junio de 2024, las autoridades liberaron al jeque chií Fadel Al-Zaki. Le habían citado para interrogarle por sus publicaciones sobre el denominado «permiso de seguridad», un requisito gubernamental que obliga a los ciudadanos de Baréin a obtener una autorización oficial antes de visitar lugares sagrados chiíes en el extranjero, en particular los de Irak e Irán[31]. Anteriormente, en diciembre de 2023, Al-Zaki había exigido la expulsión del embajador israelí de Baréin. Activistas chiíes y suníes de Baréin lanzaron una petición para exigir la cancelación de los acuerdos oficiales dirigidos a normalizar las relaciones entre ambos países[32].
Cristianismo
Durante el período estudiado en este informe, se ha producido una mejora significativa en las relaciones y la colaboración con el Vaticano y la Iglesia católica en general. Este avance está relacionado con la histórica visita del papa Francisco a Baréin en noviembre de 2022, constituyendo esta la primera vez que un pontífice visitaba el país. La visita, que tuvo lugar por invitación del rey Hamad bin Isa al-Jalifa, duró tres días[33].
En marzo de 2023, el Teatro Nacional de Baréin proyectó el estreno del documental «Salto de fe», que narra la histórica visita del papa Francisco[34].
En mayo de 2023, el Centro Internacional Rey Hamad para la Convivencia Pacífica preparó un documento sobre el diálogo religioso entre musulmanes y cristianos, al margen de la primera reunión del Comité Permanente del Diálogo Musulmano-Cristiano entre el Consejo Musulmán de Ancianos y el Dicasterio para el Diálogo Interreligioso del Vaticano[35].
En septiembre de 2023, el Gabinete de Baréin aprobó una nueva ley que regula la construcción de lugares de culto como mezquitas, iglesias, sinagogas, templos y centros religiosos chiíes. Limita la altura de los edificios religiosos y permite la construcción de salas de conferencias adyacentes solo con aprobación gubernamental[36].
En octubre de 2023, el rey visitó al papa Francisco en el Vaticano, devolviendo la visita del pontífice a Baréin un año antes[37].
En diciembre de 2023, la Escuela Católica Sagrado Corazón de Manama celebró su 75 aniversario y contó con la presencia del ministro de Educación, Mohamad Bin Mubarak Yumae, y del nuncio apostólico en Baréin, el arzobispo Eugene Martin Nugent. La escuela cuenta con 1400 alumnos de entre cuatro y dieciséis años[38].
En enero de 2024, el rey de Baréin recibió al obispo Aldo Berardi, vicario apostólico de Arabia del Norte. Según el obispo Berardi, la visita constataba una vez más la apertura del rey a la tolerancia y la convivencia de diferentes realidades religiosas[39].
En octubre de 2024, más de diez años después de la donación del terreno, finalmente se concedió el permiso para iniciar la construcción de un cementerio cristiano. El cementerio, que incluye un moderno crematorio, se había solicitado para satisfacer las crecientes necesidades de todas las comunidades cristianas. Será el tercer cementerio cristiano de Baréin, después del antiguo cementerio cristiano de Manama, al-ʿĀṣima, y el nuevo cementerio cristiano de Salmabad, al-Wusṭā[40].
Ese mismo mes, el rey donó un terreno para la construcción de una iglesia ortodoxa griega en la zona de Sif[41]. Es necesario obtener un permiso para la construcción de edificios religiosos, y algunas comunidades cristianas llevan más de diez años esperando dichos permisos[42].
Futuro de la libertad religiosa
El concepto de libertad religiosa plena es ajeno tanto a la Constitución y las leyes de Baréin, como a la práctica. Los no musulmanes solo disfrutan de libertad de culto, aunque el Estado muestra cierta benevolencia hacia las comunidades católica y ortodoxa establecidas, por ejemplo, con la donación de un terreno a la Iglesia ortodoxa. Las relaciones entre el Reino de Baréin y la Iglesia católica siguen siendo cordiales, como lo demuestran las visitas recíprocas del papa Francisco y el rey Hamad bin Isa al-Jalifa a Baréin y al Vaticano, respectivamente. Sin embargo, la situación de los ciudadanos chiíes, que constituyen la mayoría de la población, sigue siendo pésima. Durante el período que se estudia en este informe, se han mantenido las restricciones impuestas por el Gobierno, dominado por los suníes. Además, las personas que criticaron el islam, en particular a través de publicaciones en las redes sociales, han sufrido graves consecuencias. Las perspectivas para la libertad religiosa siguen sin cambios.
Fuentes